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Folgezettel: El sistema de identificación de Luhmann

Antes de desarrollar esta entrada, quisiera recordar que el Zettelkasten de Luhmann está compuesto por seis muebles con cuatro cajones archivadores cada uno. 

Las notas en las que Luhmann registraba sus pensamientos e intuiciones se almacenaban físicamente en los cajones, una a continuación de la otra. Se trata de hojas de papel de tamaño A6 y al final de la entrada retomaré esta cuestión para explicar un aspecto importante.


Los condicionantes físicos que impone este tipo de almacenamiento son fundamentales para entender porqué Luhmann tomó la decisión de identificar sus notas de la forma en la que lo hizo, y para valorar la sencilla solución que le permitió evitar que éstos condicionantes supusiesen un freno al desarrollo de su sistema de gestión del conocimiento.

Como he descrito en varias entradas anteriores, Luhmann identificaba sus notas de ideas empleando un formato característico que combinaba números y letras. Todas sus notas de ideas tenía una identificación y esta identificación nunca se cambiaba

Como ya vimos en [[La primera nota de una sección]], la identificación de las notas estaba compuesta de dos partes, separadas por un punto o una barra:

  • La primera parte venía asignada por la sección a la que pertenecía la nota. Una sección es un área temática. Ver [[Las secciones en Zettelkasten]]
  • La segunda parte establecía cuál era la ubicación de la nota dentro de la propia sección.

Veamos un ejemplo a continuación:

Ahora que hemos determinado qué es lo que constituye la identificación de la nota y en qué parte de la misma se escribe, vamos a entender mejor cuál es su utilidad práctica y cuáles eran las estrategias habituales de Luhmann al respecto. 

Estrategia 1: Criterio identificativo base

Desarrollemos un supuesto imaginario: Empezamos a escribir notas para añadir contenido a una sección, por ejemplo la sección 12, y comenzamos a identificar las notas siguiendo el patrón que he mostrado en la imagen de arriba.

La primera nota que incorporamos a la sección será la nota 12.1


Después añadiremos la nota 12.2. Más tarde vendría la nota 12.3 y así sucesivamente. 

Conforme vayamos añadiendo notas a la sección, tan solo hemos de continuar la serie y colocarlas a continuación de la última. Las siguientes notas serán identificadas como 12.4, 12.5, etc. Un criterio bastante sencillo de seguir. Nuestra sección de ejemplo tiene, por ahora, el siguiente aspecto:

Estrategia 2: El criterio identificativo complementario

Vamos ahora con el primer problema. En un momento dado, puede que nos encontremos con que queremos añadir una nota, pero no deseamos ponerla al final de la secuencia. Si hemos escrito una nota cuyo contenido continúa o desarrolla algo que hemos escrito en una nota anterior puede que queramos colocarla a continuación de ésta. Este criterio es completamente subjetivo y depende de cómo el usuario interprete el significado de las notas en ese momento y cómo de próximas quiera encontrárselas más adelante. 

Por ejemplo, supongamos que en la serie anterior, queremos añadir una nota que se relaciona con lo que habíamos escrito en la nota 12.1. No podemos emplear la identificación 12.2, porque ya está usada, así que necesitamos una manera de resolver este obstáculo. 

Lo que Luhmann decidió es que, para crear posiciones intermedias en una serie de notas, crearía una nota cuya identificación repita la de la nota anterior, añadiéndole un carácter más que alternase entre cifras y letras. De esta manera, para crear una posición intermedia entre las notas 12.1 y 12.2 solo tenía que crear la nota 12.1a.


Ahora podemos colocar nuestra nota intermedia en mitad de la secuencia sin tener que modificar la identificación de las notas que ya habíamos creado. Una solución sencilla y muy efectiva para mantener próximas las notas que guardan algún tipo de relación más estrecha que el concepto temático de la sección en la que se encuentran. 

Un beneficio asociado a esta práctica es que, si queremos, podemos continuar añadiendo notas a esta posición intermedia. Es decir, podemos aplicar la estrategia 1. Tan solo hemos de seguir la serie que ha iniciado esta nueva nota, empleando en este caso el orden alfabético.


De este modo podemos prolongar o extender una secuencia de notas tanto como queramos.

Evidentemente, con este nuevo recurso identificativo, podemos añadir notas intermedias en cualquier otra parte de la secuencia de notas. Esta vez, por ejemplo, crearemos una posición intermedia a continuación de la nota 12.3. 


Estupendo. Ahora tenemos todo un nuevo mundo de posibilidades para ampliar nuestra sección sin tener que vernos condicionados por el hecho de que las notas se almacenan una detrás de la otra porque disponemos de una forma de crear lugares intermedios. 

Evidentemente podemos seguir añadiendo notas a la secuencia inicial si así lo consideramos oportuno. En este caso las identificaciones 12.7, 12.8 y 12.9.


Cada vez que añadimos notas, aumentan las opciones para crear secuencias intermedias. 


Ahora vamos a avanzar un poco más. Imaginemos que ahora queremos añadir una nota, pero esta vez quiero hacerlo entre las notas 12.5a y 12.5b, porque lo que he escrito está íntimamente relacionado con lo que hay en la primera y quiero encontrarme esta nueva nota a continuación de la 12.5a y no después de la 12.9. La identificación 12.5b ya está en uso así que nos encontramos con el mismo problema de antes; no puedo usarla. Para resolver este escenario Luhmann decidió repetir el mismo procedimiento que hemos visto hasta ahora, repetir la identificación anterior añadiendo un carácter más. En este caso, en lugar de una letra, se añade un número porque alternar entre números y letras ayuda a diferenciar las identificaciones mejor. 

Así pues la nueva posición intermedia seria 12.5a1. Igual que la nota anterior pero añadiendo un número. Nuestra sección tiene ahora este aspecto. 


De nuevo, podemos prolongar esta nueva parte de la secuencia añadiendo más notas a continuación. Solo hemos de seguir el patrón identificativo de la nueva nota. 


Rápidamente nos damos cuenta de que podemos aplicar este criterio, crear una posición intermedia añadiendo una nota que tenga un carácter más y alternando entre número y letras, en cualquier lugar de la sección y tantas veces como queramos. 

La sección adquiere así la capacidad de crecer de forma interna, pudiendo desarrollar o profundizar en cualquier idea recogida en una nota, tanto como deseemos y en cualquier momento futuro en el que queramos. Las posibilidades de desarrollo parecen infinitas. Podremos seguir haciendo crecer nuestro Zettelkasten sin ningún límite... ¿o no?

No tardaremos en encontrar el límite a la solución anterior. También su solución. 

Estrategia 3: Criterio identificativo extra

Por motivos de claridad expositiva voy a simplificar la imagen de ejemplo de la sección y voy a retirar algunas de las ramificaciones que habíamos visto. Partiremos del siguiente escenario:

Recordemos que, gracias a la estrategia identificativa anterior, podemos crear una secuencia de notas intermedia en cualquier lugar de la sección. Por ejemplo, a continuación de la nota 12.4. Se vería de la siguiente forma.


Ahora supongamos que queremos introducir una nota y queremos colocarla a continuación de la nota 12.4 porque consideremos que, a la luz del nuevo contenido, es el lugar donde más sentido tiene para nosotros guardarla. La identificación 12.5 (la estrategia 1) ya la hemos utilizado al desarrollar la secuencia inicial y la identificación 12.4a (la estrategia 2) también la hemos gastado al crear una posición intermedia. ¿Qué hacemos en este caso?

Lo que Luhmann hizo fue crear una posición intermedia justo antes de la que ya tenía. En este caso, antes de las 12.4a. La forma de hacerlo es repetir la identificación de la nota a continuación de la que queremos colocar la nueva nota, añadiendo un nuevo carácter que repita el carácter anterior y lo separe con un punto. Veamos una comparativa entre ambas estrategias:

  • La estrategia 2 copia la identificación anterior y añade un nuevo carácter, alternando entre cifras y letras. 
  • La estrategia 3 copia la identificación anterior y añade un nuevo carácter, repitiendo el último y separándolo con un punto.

De este modo, la identificación de la nueva nota, que se ubicara justo antes de la secuencia intermedia, será 12.4.1. El uso del punto nos evita una posible confusión con la identificación "12.41".


Otra vez tenemos la opción de extender esta nueva secuencia, simplemente continuando la serie identificativa que en este caso viene determinada por el número final.



Siempre que necesitemos crear una posición intermedia, en cualquier lugar de la sección, aplicaremos la estrategia 2: copiar la identificación anterior y añadir un nuevo carácter que alterna cifras y letras.


Cuando ya hayamos empleado esta estrategia, podremos hacer uso de la estrategia 3: copiar la identificación anterior y añadir un nuevo carácter que repite el último y lo separa con un punto.


Por supuesto, también aquí podemos prolongar la secuencia continuando la serie a partir de esta nueva nota. Esto es, siempre podemos aplicar la estrategia 1. 


Con estas tres estrategias identificativas podemos gestionar un número de escenarios increíble. El zettelkasten no ve comprometido su crecimiento futuro a causa de su condición física porque podemos añadir nuevas notas en el lugar que queramos. Aún así, existe otro recurso más que merece la pena conocer.

Hasta ahora, hemos abordado las situaciones en las que queremos añadir contenido a partir de una nota o un aspecto de la misma pero ¿qué ocurre cuando hay varios aspectos a la vez de una misma nota que queremos desarrollar?

Estrategia 4: Criterio identificativo paralelo

De nuevo, por razones de claridad expositiva, he simplificado la imagen de la sección:


Recordemos que siempre se pueden emplear las estrategias anteriores para incorporar notas a la secuencia. En la imagen inferior, se ve un ejemplo de la estrategia 2 para crear una posición intermedia y luego prolongarla. 


Pensemos en la nota 1.5, que contiene un listado con varios puntos o párrafos. Quizá, en un momento posterior de nuestro trabajo queramos abordar cada uno de esos aspectos de un modo más concreto e independiente. Para lograrlo, Luhmann señalaba cada uno de esos punto o párrafos con una letra mayúscula. En la imagen, "A" y "B".


A continuación, creaba una posición intermedia repitiendo la identificación anterior y añadiendo esta misma letra mayúscula. Esta es la forma de indicar un desarrollo específico. 



La nueva posición puede extenderse simplemente avanzando la serie, pero ojo, que no podemos usar el orden alfabético porque la "B" la hemos asignado ya a otro apartado. Emplearemos, en este caso, las cifras.

Después se hace lo propio con el otro apartado o párrafo que queremos desarrollar. Aquí damos uso a la "B" mayúscula. 


Tal y como hemos hecho antes, podemos extendernos a partir de esta nota.


Esta nueva estrategia se suma a las anteriores y aumenta los recursos identificativos de nuestro sistema para manejar escenarios variados.

Físicamente lineal, conceptualmente no.

Una vez aprendidas, estas estrategias nos permiten interpretar la secuencia de notas de una manera completamente diferente. Aquí vemos una secuencia de notas que en un primer momento puede parecernos un galimatías de números y letras. 


Ahora somos capaces de entender que cada una de las diferentes identificaciones corresponden a una estrategia diferente: 

  • Estrategia 1 en gris
  • Estrategia 2 en verde
  • Estrategia 3 en amarillo
  • Estrategia 4 en morado y rojo

Si, además, reflexionamos un momento nos daremos cuenta que todas ellas se conectan de algún modo a la nota 1.1. No hay relación de subsidiariedad conceptual entre las estrategias, solo formas diferentes de generar una relación a partir de una nota. Una forma de representar gráficamente lo que ocurre en la secuencia de ejemplo podría ser así:


Son prácticas habituales, no reglas fijas

Para abordar este último aspecto, tengo que explicar primero algo que no siempre se cuenta en relación al zettelkasten de Luhmann. 

Como mencioné al principio, las hojas en las que Luhmann escribía sus notas eran de tamaño A6. Esto impone una limitación a la cantidad de texto que puede escribirse en ellas. Aquí debemos tener clara la distinción entre el soporte físico de la nota, que sería la hoja de papel, y el texto escrito en ella, el contenido.

En alemán se utilizan palabras diferentes para nombrar cada una de ellas:

  • Zettel: soporte físico, la hoja de papel.
  • Notizen: el texto completo que se quiere registrar.
En muchas de las notas de Luhmann, solo hacía falta una hoja para contener el texto que quería almacenar, pero en otros muchos casos, la extensión del texto hacía necesario usar más de una hoja para poder escribirlo todo. En la página web del archivo Luhmann nos indican esta circunstancia con una flecha que avisa que el texto continua en la siguiente hoja.



Veamos algunos ejemplos. En este primer caso, la nota 1.6g es una nota (notizen) que solo precisa de una hoja de papel (zettel):

En este segundo caso, el texto completo (notizen) necesita de dos hojas de papel (zettel):

En este tercer ejemplo, el texto completo (notizen) ocupa 3 hojas de papel (zettel):

Hay notas que ocupan 6, 7, 8 o 12 hojas de papel.

Esta circunstancia, que un texto completo ocupe más de una hoja, es bastante habitual y se aproxima al 50% de las notas de una sección. Quiero destacar que no se trata de algo aislado y que pueda ser descartado sino, más bien al contrario, es algo frecuente. Las notas de Luhmann no siempre eran breves y escuetas.

Abajo muestro una representación gráfica de la cantidad de notas que usan una sola ficha (texto aislado) y que usan más de una (texto extendido) en diferentes secciones.


Una vez explicado esto, vamos a ver qué relación tiene esto con el sistema de identificación de Luhmann y con el último aspecto que quiero expresar.

Si las estrategias identificativas que he presentado fuesen una reglas fijas e inamovibles, sería lógico que pensar que todas las hojas (zettel) que se ha tenido que usar para registrar un texto completo (notizen), tendrían una identificación correlativa. 

Este es el caso de, por ejemplo, las notas 12,2a - 12,2b - 12.c y 12.2d. Las cuatro hojas de papel tienen una identificación correlativa y contienen un texto que se extiende a lo largo de ellas. Puede consultarse la secuencia completa en la web original del proyecto pulsando en la siguiente imagen.


Sin embargo, en ocasiones también nos encontramos con notas que, para contener un texto completo, no usan una identificación correlativa en las diferentes hojas de papel. Tal es el caso de, por ejemplo, las notas 2.2 - 2.2a - 2.2b y 2.2c. Aquí se ha usado la estrategia 2 a partir de la segunda hoja, cuando no parece necesaria. De nuevo, puede consultarse la secuencia completa en la web original del proyecto pulsando en la siguiente imagen.


Desconozco porqué en unos casos aplicaba un criterio a la hora de identificar este escenario y, en otros casos, usaba un criterio diferente. Es cierto que las dos formas de actuar generan una misma ordenación. Es decir, las notas acabarán colocadas igualmente una a continuación de las otras. 


Quizá el hecho de que diferentes formas de identificar no alterasen el orden final de las notas y que eso fuese lo realmente importante, dió a Luhmann margen para actuar de forma variada. Lo que sí podemos extraer como conclusión es que si bien las estrategias expuestas siguen un patrón lógico que se suele respetar en la mayoría de las ocasiones, no se trata de algo sagrado sino de, más bien, una práctica habitual.