🌱 El triángulo dialógico en Zettelkasten

La dinámica de trabajo con [[Zettelkasten]] (que no los elementos que lo componen) puede ser representada por un triángulo cuyos vértices corresponderían a tres diferentes agentes que participan en la misma:

-Las obras de consulta y, de forma indirecta, el autor que ha plasmado su pensamiento en la misma.

-Nuestro Zettelkasten, concretamente la sección del mismo en la que almacenamos las notas con nuestras reflexiones y pensamientos y a la que denomino Fichero de Ideas.

-Nosotros mismos.

En esta representación, los lados serían las interacciones comunicativas bidireccionales, o diálogos, que se dan entre dichos agentes, cada uno de ellos con una serie de características o particularidades que paso a comentar a continuación.  



1 - El diálogo entre "uno mismo" y la "obra" 

En [["Aprender a leer"]], un texto breve que ofrece pautas acerca de cómo deberíamos abordar la práctica de la lectura, Luhmann nos anima a tomar notas sobre aquello que vamos leyendo para, entre otras cosas, ir desarrollando un criterio acerca de lo que en un texto es relevante o significativo y lo que no lo es.

Esta tarea se acomete no solo desde el esfuerzo por expresar el significado de lo leído con nuestras propias palabras sino también desde el cuestionamiento y la interpelación continua a lo que el texto dice.

“[…] Tal vez el mejor método es tomar notas, no extractos, sino reformulaciones condensadas de lo que se ha leído. La reformulación de lo ya descrito conduce casi automáticamente a la formación de una atención a los "marcos", a los esquemas de observación o a las circunstancias que conducen a que el texto ofrezca ciertas descripciones y no otras. Siempre es útil pensar: ¿Qué es lo que no se dice, lo que se excluye cuando se afirma algo específico? Cuando se habla de "derechos humanos", ¿qué excluye el autor en sus declaraciones? ¿los derechos no humanos? ¿los deberes humanos? ¿o, en un sentido cultural-comparativo o histórico, a los pueblos que no conocen los derechos humanos y pueden vivir bastante bien sin ellos?[…]”

Como puede observarse en la cita, las preguntas que formula Luhmann en relación a su ejemplo sirven para establecer el marco en el cual se desarrolla el planteamiento del texto y, a su vez, exceden el alcance del mismo. 

Esta actitud de cuestionamiento continuo cambia completamente la relación que establecemos con nuestras obras de consulta y nos llevan a una actitud proactiva respecto al contenido de la misma. Ya no somos únicamente receptores o traductores de su contenido sino interlocutores que preguntan, que quieren saber más, que quieren extraer más información, que lo ponen en tela de juicio y se acercan al mismo con una mirada más amplia y, a la vez, más afilada. 

De este modo, leer en Zettelkasten no sería únicamente la actividad de "leer, parafraseando los aspectos que nos parecen más significativos" sino algo más parecido a "leer, parafraseando los aspectos que nos parecen más significativos en un diálogo constante con el texto en el que cuestionamos reiteradamente los limites del significado del mismo"

Esta actitud, a mi parecer fundamental para desarrollar el pensamiento crítico, nos lleva a desbordar los límites originales de la obra, ofreciéndonos la posibilidad de acceder a un significado mucho más profundo, más amplio y más variado. Algo que va en consonancia con la finalidad última de Zettelkasten de ayudarnos a ser, a la vez, soporte y germen de un pensamiento más profundo, significativo e interconectado. [[Zettelkasten y la taxonomía de Bloom]]

A raíz de este diálogo con el texto de la obra de consulta, no solo podemos obtener resúmenes donde expresar una mayor cantidad de matices sino también de desarrollar, como decía Luhmann, la capacidad para discriminar lo fundamental de lo superfluo, de reconocer [[contenido implícito]] y de obtener diversas reflexiones, ideas y líneas de investigación a desarrollar que registrar luego en nuestro sistema.

2- El dialogo entre la "obra" y el "fichero de ideas" 

El trabajo realizado previamente en el anterior diálogo y, sobre todo, la parte relativa a la traducción a nuestro [[idiolecto cognitivo]], favorece la incorporación de lo leído a nuestra idiosincrasia cognitiva, pero aún queda un paso más: poner dicho contenido en relación a lo que ya sabíamos con anterioridad.

Para ello existe un segundo dialogo que vincula lo leído con lo que ya existe en nuestro Fichero de Ideas, y que constituye el registro de lo que ya sabemos, opinamos, etc. Este diálogo se conduce en base a preguntas como ¿Cómo se relaciona esto con mi forma de pensar? ¿En qué sentido es relevante para mí? ¿Por qué? ¿Añade, modifica, respalda o refuta algo que tenga en mi fichero de ideas? ¿De qué manera lo introduzco y lo relaciono con lo que ya contiene? De este diálogo surgen las notas de ideas en las que recogemos las respuestas a dichas preguntas y que sirven para incorporar las ideas de otros al contexto nuevo que supone nuestro propio mundo mental. 

Por otro lado, también se puede producir una interpelación desde el Fichero de Ideas hacia la obra con preguntas  ¿De qué modo, lo que hay en mi sistema, me lleva a valorar el contenido de esta obra en uno u otro sentido? ¿Cómo cuestiona lo que ya sé el contenido de la obra? o ¿Qué otras obras sería interesante consultar atendiendo a lo que hay en mi Fichero de Ideas? 

El Fichero de Ideas, visto de ese modo, no es un mero receptor pasivo de aquello que generan las obras de consulta sino un elemento que afecta también al modo en que nos relacionamos con ellas.

3-El diálogo entre "uno mismo" y el "fichero de ideas"

El tercer diálogo es el que establecemos con el contenido de nuestro Zettelkasten en una interacción con nuestro alter ego, nuestra mente extendida, fruto de nuevo hábito: el de averiguar qué conoce nuestro sistema acerca de los aspectos sobre los que queremos indagar y qué relacione o sugerencias puede ofrecernos al respecto. 

Sobre este diálogo podemos acudir al texto "Kommunikation mit Zettelkasten" (podéis leer una traducción propia aquí: [[Comunicándose con un Zettelkasten]]) para consultar cómo explicaba Luhmann la comunicación que se establece con el Fichero de Ideas y las particularidades de la misma. 

Uno de los fragmentos del texto dice así: "Uno de los requisitos básicos de la comunicación es que los socios puedan sorprenderse mutuamente. [...] Para la comunicación no es necesario que ambos socios utilicen el mismo esquema comparativo; el efecto de sorpresa es aún mayor si no es así y se considera una coincidencia que un mensaje diga algo o incluso sea útil en el contexto de otras posibilidades. Dicho de otro modo, la "variedad" en los sistemas de comunicación aumenta cuando incluso las dos partes se pueden comunicar con éxito (es decir, de forma útil para alguno de los interlocutores) a pesar de contar con objetivos comparativos diferentes."

La comunicación se produce cuando uno se acerca al Fichero de Ideas para realizar una consulta acerca de un tema, una idea, o una asociación y el Zettelkasten nos ofrece notas que pueden no coincidir exactamente con lo que esperábamos encontrar y que, tal vez, sugieran ideas, asociaciones o relaciones que no habíamos contemplado. 

El Fichero de Ideas, actúa como un alter ego que responde en la medida en la que nos ofrece conocimiento y relaciones que pueden no ajustarse al enfoque concreto de nuestra consulta pero que, en el contexto de dicho encuentro inesperado, pueden ser generadores de nuevo conocimiento en lo que se conoce como [[principio de Serendipidad]].


Un resumen simplificado de esta entrada podría ser que el triángulo dialógico, empleando el diálogo como referencia, aborda tres cuestiones fundamentales que se dan en trabajo con el Zettelkasten: la primera, cómo proceso la información; la segunda, cómo incorporo esa información a mí sistema de pensamientos y, la tercera, cómo género pensamientos nuevos


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